jueves, 7 de enero de 2016

Pretty Little Princesses: Capítulo 6- El Cómplice

                               CAPÍTULO 6
                             EL CÓMPLICE


En serio que me agradaba.
No quise matarlo. Aunque no lo maté yo exactamente.
***
Era la mitad de la madrugada. Mi cómplice y yo estábamos enmascarados y vestidos de negro, para que nadie nos reconociera.
-         ¿Tienes las llaves?- susurré.
-         Sí- contestó, su voz sonaba robótica como la mía, pero aun así se notaba que era la de un hombre.
Sacó las llaves.
-         Esperemos que duerma.
Él asintió.
Abrimos. Milo estaba recostado en su escritorio, el sueño le había ganado. Comencé a inspeccionar. No estoy loca. Un loco no lo habría hecho con tanta precisión.
Y encontré el sobre que contenía las muestras de mis huellas digitales. Había sido una estúpida al dejar rastro.
Saqué un encendedor y lo quemé. ¿Ven como no estoy loca?
Luego vi que Milo tenía varias hojas. Había acertado a mi identidad. Hice una mueca y quemé cualquier cosa que tuviera mi nombre.
Mi cómplice sacó una daga.
-         ¿Me haces los honores?- susurró.
-         No- contesté lentamente- Tú encárgate del trabajo sucio, yo me encargaré de espantarlas.
Asintió. No estoy loca.
Le atravesó el cuchillo a Milo rápidamente. Tomé su pulso. Disminuyó rápidamente. ¿Una loca había hecho eso?
Milo estaba muerto.
Sonreí.
De acuerdo, sí estoy un poco loca.
Está bien. Muy loca.
***
Las malditas habían sido liberadas de la casa, junto a los demás sospechosos. Pero seguían viviendo juntos, ahora en el palacio de las princesas. La única diferencia era que ahora podían andar libremente por Disneyland, sin salir de la ciudad.
Tenían la atención y cuidados que habían tenido siempre. Blair, La Reina Malvada, Jafar y Daphne estaban muy felices con ello.
Y yo también. Mi plan iba de maravilla.
***
Rapunzel recibió un mensaje de “el celular de Milo”. En realidad mi cómplice se lo había mandado.
Te necesito en la comisaría a las diez. Es importante.
La chica, que estaba muy feliz en el castillo de las princesas se encogió de hombros.
Ya estaba por la salida cuando se encontró con Vanellope y Ralph.
-         ¿A dónde se dirige?- preguntó Vanellope.
-         Creí que podíamos salir a dónde quisiéramos.
-         Así es- afirmó Ralph- Pero Milo nos pidió que registráramos a donde iban.
-         Está bien- la chica se encogió de hombros- A la comisaría.
Salió. No sabía lo que le esperaba.
Ya quería verla sufrir.
***
Tocó lentamente a la puerta.
-         ¿Milo?- susurró- ¿Estás ahí?
Después de tocar un par de veces más, se desesperó y empujó la puerta, que se abrió con facilidad. Hubieran visto su expresión de horror.
Del techo colgaba Milo, con ambos brazos clavados.
Debajo de él había escrito con un plumón rojo:
No es el primero, ni será el último. Cuiden sus espaldas, perras.
XOXO.
-         The Wicked Bitch.
La chica comenzó a respirar con dificultad, intentado asimilar lo que había pasado. Lo habían matado. No volvería a ver la sonrisa de Milo, ni sus chistes. Nunca lo volvería a ver con vida.
Cayó de rodillas al suelo, soltando un grito que desgarró su garganta. Pronto daba golpes en la alfombra mientras se cubría los oídos.
Gritaba que alguien la ayudara.
Me alegro de haberla hecho pasar un mal rato.
***
Garret y Katherine consolaban a Rapunzel.
Les había explicado todo lo que había pasado.
-         Creo que es lógico que alguien te tendió una trampa para que encontraras el cadáver de Milo- susurró Katherine- La pregunta es… ¿Quién?
-         ¿Está ligado al asesinato de Jessica?- preguntó Garret.
-         Probablemente- respondió Rapunzel con la voz temblando. Les explicó todo lo que yo les había hecho los últimos días.
Olvidó el detalle de que una de las princesas era la responsable de lo de Jessica. Bueno, sólo del secuestro. Pero es cómplice, ¿no?
-         Investigaremos más sobre el caso. Hoy haré entrevistas con todos y cada uno de los sospechosos, así como la gente cercana a Milo. ¿Hay algo más que quieras decirnos?- preguntó Katherine.
-         ¿Quién coordinará todo ahora? Quiero decir, Milo era el jefe. ¿Quién lo será ahora?
-         Yo- contestó Garret- Era su mano derecha y me dejó a cargo en caso de algún inconveniente.
La chica asintió, aún asustada.
Marica.
***
Blancanieves, Aurora y Cenicienta estaban de compras en el centro comercial.
-         Todo este estrés merece todo un guardarropa nuevo- aseguró Aurora mirando ropa.
-         Sí, y nuevas zapatillas- susurró Cenicienta.
-         Ni siquiera The Wicked Bitch impedirá que estemos a la moda.
Ah, ¿no?
***
Rapunzel les contaba a todos los héroes-y los demás- lo que había sucedido con Milo. Todos se veían muy preocupados y tristes por la noticia.
Bella se limpiaba las lágrimas, mientras que Blancanieves lloraba ruidosamente. Le encanta llamar la atención.
Los más afectados eran los hombres, pues Milo solía ser un buen amigo suyo.
-         No es justo- susurró Flynn- Sólo porque a una psicópata se le ocurra vengarse tienen que morir tantas personas.
Gracias por decirme psicópata. Pero… ¿tantas? Van dos, soso. Y es sólo el comienzo.
Todos estuvieron de acuerdo. Sus cerebros son de plástico.
***
Caminaba apresuradamente por los pasillos del hospital.
Tenía que encontrar el cuarto 846.
844, 845, 846. ¡Al fin!
Entre apresurada.
Mi Kuzco estaba acostado en la cama.
Sonreí.
Le dejé una rosa blanca en un jarrón con agua.
-         Lo lamento- susurré- Pero todo esto es parte del plan. Algún día volverás a ser el mismo de antes.
***
Blancanieves soltó un grito que espantó a todos en el castillo. Subieron inmediatamente.
-         ¿Qué ocurre?- preguntó Ferdinand.
-         ¡Mi armario!- contestó ella llorando exageradamente.
Bella abrió su armario, y se quedó boquiabierta.
Todas sus prendas estaban cortadas en pedacitos.
Debajo tenía una nota mía.
Si yo quiero impediré que estés a la moda, come-manzanas melodramática.
-         The Wicked Bitch.
***
Garret miraba toda la evidencia que tenían hasta ahora.
Nada.
Ja.
Kida lo miraba frenéticamente.
-         Milo sabía quién estaba detrás de la máscara- susurró ella limpiándose las lágrimas. 
-         Esa es la razón por la que creemos que fue asesinado- le dijo Garret, preocupado.
Entonces entraron Daphne y Peter. A los héroes les encanta meterse en todo.
-         ¿Pasa algo?- preguntó Garret visiblemente molesto.
-         Sí, hermano- contestó Peter con voz de fastidio.
-         ¿Qué ocurre?- susurró Kida.
-         Tenemos una pista- anunció Daphne- Pero no estamos seguros de su veracidad.
-         ¿Quién se las dio?- preguntó Katherine, quién miró a Daphne con cara de desprecio.
-         La misma Wicked Bitch.
Obviamente había sido yo. ¿Quién más?
Les enseñaron un mail, era del mismo correo con el que les había vendido la casa maldita.
ODIADA DAPHNE, INSOPORTABLE AMIGA DE LAS AÚN MÁS INSOPORTABLES PRINCESAS DISNEY:
CREO QUE ESTÁN MUY PERDIDOS. Y DETESTO CUANDO NO HAY ACCIÓN EN UN JUEGO, ASÍ QUE VOY A REVELARLES UN POCO DE LA HISTORIA.
TENGO DOS CÓMPLICES. O AL MENOS SÓLO PIENSO REVELAR ESE NÚMERO POR AHORA.
UNO DE ELLOS MATÓ A MILO, ESTANDO YO PRESENTE Y DANDOLE INDICACIONES.
EL OTRO SECUESTRÓ A JESSICA Y ME LA ENTREGÓ. YO ME ENCARGUÉ DE MATARLA.
LES DARÉ UNA PISTA: EL SECUESTRADOR DE JESSICA ES UNA PRINCESA DISNEY.
XOXO,
THE WICKED BITCH.
P.D. PUDRÉTE, ESPERO QUE TE ASESINEN PARA NO TENER QUE HACERLO YO PRIMERO.  
Garret los miró.
-         Podemos rastrear la dirección de dónde mandaron el e-mail- susurró.
-         Ya lo hicimos- alegó Daphne- Nos llevó al basurero municipal.
-         Entonces tenemos la historia: hay tres personas, o podría haber más, implicadas en el caso. Una de ellas es una princesa Disney. Ambos asesinatos están ligados, y la mente maestra es una tal “The Wicked Bitch”.- aclaró Katherine- Y las princesas son el centro de todo.
-         Así es- afirmó Daphne.
-         Éste caso es peor de lo que creí- dijo Kida sorprendida.
Ay querida, el juego ni siquiera ha empezado.
***
Katherine Norton entró al palacio de las princesas. Les contó lo que habían encontrado en el mail.
Chismosa.
-         A continuación, y después de las entrevistas que he tenido, colgaré una lista de sospechosas. No hay ningún rencor, solamente son las pistas más evidentes.
La lista decía lo siguiente.
1.     Elsa
2.     Anna
3.     Tiana
4.     Bella
5.     Blancanieves
-         ¿Cuáles son las razones de ésta lista?- preguntó Elsa nerviosa.
-         Elsa y tú son sospechosas por haberse guardado información- contestó ella rápidamente- Las otras tres son las únicas de ustedes con ojos cafés, ordenadas por orden de capacidad de secuestrar a alguien.
Tiana abrió la boca, ofendida.
Bella se puso pálida.
Blancanieves continuó pintándose las uñas.
Bueno, sí que acertó en un nombre.
***
Garret estaba en casa de Jessica Rabbit, investigaba todo lo que había dentro.
Entonces, comenzó a escuchar pasos. El corazón se le aceleró. Sabía que Roger estaba en una isla, lamentándose, y que todo el personal había sido despedido. ¿Quién podría estar adentro?
Obviamente no era yo. ¿Qué haría en casa de una muerta?
Subió lentamente, sacando su pistola.
-         ¿Quién anda ahí?- gritó asustado.
-          ¡Rapunzel, Blair y Flynn!
Bajó la pistola rodando los ojos.
-         ¿Qué hacen aquí?- preguntó él mirándolos a la cara, confundido.
-         Estamos investigando- contestó Rapunzel- Sabemos que el culpable está entre nosotros, y queremos saber quién es antes de morir a sus manos.
-         Es una buena acción, pero la persona que está entre ustedes sólo secuestró a Jessica, no la asesinó- contestó él.
-         Como sea. Es psicópata- susurró Blair.
-         Está bien. Pueden ayudarme- contestó él.
Que lindos. Sherlock Holmes, Watson y… ellos.
Estuvieron investigando un buen rato.
-         ¡Encontré algo!- gritó Blair sacando una caja rosa, estaba escondida debajo de un escalón.
-         ¿Cómo encontraste eso?- le preguntó Garret alzando una ceja.
-         Trabajaba aquí. Jessica escondía cosas aquí constantemente- contestó ella de manera cortante.
Lo abrieron. Joyas, celulares, cartas de Roger… y una hoja en blanco.
-         ¿Qué es esto?- preguntó Garret.
-         No creo que sea importante- aseguró Blair- Alguna carta a Roger que no escribió nunca.
Rapunzel, cuando nadie la veía, la guardó.
***
Rapunzel y Flynn se encontraban en su cuarto en el palacio de las princesas.
-         Flynn- susurró ella- Es tinta invisible.
La chica estudiaba la hoja.
-         ¿La trajiste?
-         Había algo raro en ella- contestó preocupada- Tinta invisible.
Después de intentar con varios químicos al fin pudieron leer la carta.
-         Es una amenaza de muerte- susurró Flynn.
-         ¿Ya viste quién firma?
Efectivamente era una de ellas.
-         Vamos a decirle que lo sabemos- afirmó Rapunzel.
***
Ambos se acercaron a la chica. La vieron directamente a sus ojos cafés.
-         Lo sabemos- afirmó Flynn.
-         ¿Saber qué?
-         Que tú secuestraste a Jessica Rabbit- susurró Rapunzel.
La chica palideció, y luego esbozó una sonrisa.
-         Sí- susurró- Y si dicen algo, serán los siguientes.
-         No te tenemos miedo.
-         Pero a mí sí- salí de detrás de ella- Si se atreven a delatarla serán los próximos en morir.
Rapunzel nos miró, al igual que Flynn.
-         No podrán ocultar la verdad por siempre.
-         Pero ustedes sí, ¿hecho?
Los miró con rencor.
-         Hecho- susurraron ambos.
***
Mi cómplice se encontraba conmigo mirando las estrellas.
-         Llegaste tarde- susurré.
-         Lo sé- contestó- Estuve ocupado.
-         Rapunzel y Flynn descubrieron a la chica.
-         No fue cuidadosa- contestó él lentamente- Debió haber eliminado toda la evidencia, como hice yo.
Lo miré fijamente.
-         Eres un gran cómplice.
-         Es un placer haber matado a Milo para ti.
Lo volví a mirar y sonreí.
-         Lo mismo digo, Garret.
CONTINUARÁ…



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