miércoles, 30 de octubre de 2013

Capítulo 16 YA DISPONIBLE

El primer capítulo de EFD2 ya está, ve abajo
P.D. Ignoren la entrada que publique en Disney University, me confundí de blog,

Capítulo 16: Canciones de Amor

NOTA: LO QUE VIENE A CONTINUACIÓN NO ES PARTE DE EL FIN DE DISNEY
¡Bienvenido EFD 2!
Todos los personajes de Disney se reunían en House Of Mouse, el prestigiado club.
Villanos, Secuaces, Princesas, Príncipes, Héroes, Heroínas y secundarios llegaban para el gran evento que habría: El estreno de la segunda temporada de El Fin De Disney.
La serie en la que todos actuaban, sería por fin el gran estreno V.I.P.
Asistían toda clase de celebridades. Mickey subió al escenario, se le hizo un vértigo en el estómago, jamás había hablado en frente de tanta gente, el estreno era todo un éxito.
Mickey: ¡Hola amigos! ¿Qué tal va todo?
Un gran grito se oyó, todos estaban muy emocionados.
Mickey: Tenemos muchos artistas para esta celebración. Y por supuesto para el gran final: ¡El estreno del capítulo 16 de El Fin De Disney! Primero, tenemos Party Rock con una coreografía increíble

Mickey: Uf! Muy buena coreografía ¿Les gustó?
Otro grito ensordecedor
Mickey: Ahora, tenemos una entrevista en exclusiva con los protagonistas de esta serie. ¡Mérida, Jim e Hippo!
Los tres subieron al escenario saludando a los fans, que ahora estaban parados en las sillas gritando- una que otra Ender lloraba- Jim guiñó un ojo y Fabi casi se desmaya.
Mérida: Gracias, gracias.
Jim: ¿Cómo están, enders?
Enders: ¡Bien!
Hippo: ¿Listos para la segunda temporada?
Enders: ¡TODO VUELVE A COMENZAR!
Mérida: Creo que ya todos conocen esta canción. ¡Canten Conmigo! Y comienza a girar...
Enders: Me dejo llevar por esa ruleta de amor y yo no, no sé qué pasará si vienes y vas si estás a mi lado, mi amor ¿Qué más da?
Jim: Escribí esta canción...
Enders: Sabiendo que tú no sabes de música...
Hippo: ¡Que ironía!
Mérida: Y eso fue RULETA que en esta temporada será interpretada por Rapunzel.
Rapunzel se puso de pie y comenzó a saludar.
Hippo: ¡Veamos el videoclip!


Mickey: Y ahora, un par de preguntas a los protagonistas. Mérida, ¿Qué pasará con tu personaje en esta temporada?
Mérida: Mérida comenzará a tener pesadillas muy... traumantes por llamarlo de alguna forma, relacionadas con la obscuridad en Jim, además de que el peligro la acecha cada vez más.
Mickey: ¿y con el tuyo, Jim?
Jim: Jim estará más que ocupado en su obscuridad, en lograr controlarla.
Mickey: Hippo, tu turno.
Hippo: Hippo luchará por el amor de Mérida más que nunca, y por si fuera poco, también tendrá que decidir con quién estar, Periwinkle o Mérida.
Mickey: ¡Muchas gracias!  Y ahora, cuéntenos. ¿Qué tal les va con Disney University, la nueva serie?
Mérida: Es muy divertida, me encanta ese tipo de serie, en las que nadie tiene su historia original, además amo la historia de Romeo y Julieta
Jim: Lo mismo opino, me encanta la pareja Jariel. ¡¿Dónde están las Jarielistas?!
Fabi: Aquí, sexy Jim, Aquí
Mérida: Amor, prefieres Jerida ¿Verdad?
Jim: Por supuesto.
Enders: ¡Jerida!
Hippo: Yo sólo soy un invitado en la serie, así que no salgo mucho en DU.
Mickey: Bueno, amigos, ya dicho esto. ¡Qué comience el capítulo 16: Canciones de Amor!
Grito Ender capaz de dejar sordo a cualquiera suena.
LO QUE VIENE A CONTINUACIÓN YA ES PARTE DE EL CAPÍTULO 16
Capítulo 16
   Canciones de amor (Especial de Halloween)


Mérida continuó escribiendo deseando que Hippo no se diera cuenta de que la canción iba dedicada a Jim, ahora estaba mucho más enamorada de el que antes. Lo que había hecho por Hippo fue muy valiente. Sonrió recordando esos bellos ojos azules, pero inmediatamente se le vino a la mente la imagen de los ojos verdes de Hippo.
Siguió escribiendo.
El amor en mi nació.
Tu sonrisa me enseñó.
Tras las nubes siempre va a estar el sol.
Recordó la sonrisa de Jim cuando ella se cayó al agua y no pudo evitar reírse.
Empezó a escribir la parte que cantaría Hippo, al recordar que la cantaría con Hippo y no con Jim sintió una pequeña desilusión.
Te confieso que sin ti no se seguir.
Pues en el camino tú eres para mí.
Desde que mi alma te vio.
Tu dulzura me envolvió.
Si estoy contigo se detiene el reloj.
Lo sentimos los dos.
Volvía a la parte en la que cantaba ella.
El corazón nos habló.
Y luego cuando cantaban ambos.
Y al oído suave nos susurró.
Quiero mirarte
Quiero soñarte
Vivir Contigo cada instante
Quiero Besarte
Quiero abrazarte
Quiero tenerte junto a mí.
Pues amor es lo que siento
Eres todo para mí.
Quiero mirarte
Quiero soñarte
Vivir Contigo cada instante
Quiero Besarte
Quiero abrazarte
Quiero tenerte junto a mí.
Tú eres lo que necesito.
Pues lo que siento es... amor.
Decidió que con eso estaba bien por un día.
Al otro día era algo llamado “Halloween”. Estaban a casi un año desde que había conocido a Rapunzel y todo se había puesto de cabeza.
Suspiró, ya se estaba haciendo de noche. Rapunzel entró al cuarto.
-         ¿Cómo estás? ¿Sigues triste?
-         Pues... sí... pero estoy tranquila porque papá esta bien.
Rapunzel sonrió.
-         ¿Cómo vas con la canción?
La arquera tomó una bocanada de aire.
-         ¿Algo mal?
-         Se supone que la debo cantar con Hippo... Pero la canción es para Jim.
-         Oh, bueno, si el no se entera no es tan malo.
-         Pero me sentiré tan culpable... Si la canto con Hippo, y si la canto con Jim Hippo se pondría celoso y... Ay, me voy a bañar. No tengo tiempo para pensar en ellos.
-         Si, yo solo venía por unas cosas.
-         ¿No te parece maravilloso eso de la regadera?
-         Sí, es mucho mejor que bañarse en los lagos
Mérida asintió y se metió al baño, Rapunzel salió de la habitación.
Bajó rápido las escaleras. Llegó con Walt muy alarmada.
-         Walt... no quiero ser imprudente pero se han robado a los niños.
-         Lo sé, Rapunzel, ya lo sé, y se donde están. No te preocupes que no les pasará nada malo. Después del festival de Halloween iré a buscarlos.
-         Gracias, Walt. Muchas gracias
Walt sonrió.

Mérida se bañaba, acabó de bañarse y se salió. Se secó el cabello con la toalla y empezó a ponerse crema. Escuchó unos pasos afuera, creyó que eran de Rapunzel.
-         Mérida- era la voz de Jim- ¿Estas aquí?
La chica alarmada se puso una toalla
-         Ahora voy
-         Necesito decirte algo
-         Jim, ¿Es muy urgente?
-         Demasiado urgente.
Mérida suspiró.
-         Espérame un segundo
Jim vio la libreta de Mérida y comenzó a leer. Eran puros dibujos de arcos y osos.
Llegó a la parte donde estaba la canción.
Comenzó a leerla y se sintió triste al saber que era una canción para Hippo.
La chica salió del baño con un camisón de seda blanca.
-         ¿Qué sucede?
-         Lamento mucho lo de tu padre
-         Yo también.
-         Y... Me gusta la canción
-         ¿La leíste?- dijo Mérida sonrojada.
-         Sí, ¿Estuvo mal?
-         No... ¿Te importaría cantarla conmigo para ensayar?
-         No, ¿Cuál es el ritmo?
-         No lo sé, por eso quiero que me ayudes.
-         Tanto tiempo caminando junto a ti, aún recuerdo el día en que te conocí- dijo ella- El amor en mi nació, tu sonrisa me enseño, tras las nubes siempre va a estar el sol.
-         Te confieso que sin ti  no se seguir, pues en el camino tu eres para mi, desde que mi alma te vio tu dulzura me envolvió- cantó el- Si estoy contigo se detiene el reloj. Lo sentimos los dos.
-         El corazón nos habló.
Ahora los dos comenzaron a cantar:
-          Y al oído suave nos susurró: Quiero mirarte, quiero soñarte, vivir contigo cada instante, quiero abrazarte, quiero tenerte junto a mí, Pues amor es lo que siento, eres todo para mí. Quiero mirarte quiero soñarte, vivir contigo cada instante, tu eres lo que necesito, pues lo que siento es... amor.
Jim sonrió y la pelirroja también.
-         ¿Vas mañana al “Halloween?- dijo Mérida tratando de cambiar de tema para no pensar más en el enredo que se metería si Hippo se enteraba
-         Sí, ¿Y Tú?
-         También
El chico se despidió y se marchó dejando a Mérida con el corazón a mil por hora.
La chica se puso unas zapatillas y bajó a cenar algo.
 Rapunzel y Astrid ya estaban sentadas. Mérida se sentó junto a Astrid.
-         ¿Ya sirvieron?
-         No, hoy será algo llamado “Buffet”- dijo Astrid
-         ¿Y eso de que trata?
-         Tu te sirves de lo que hay en esa barra- dijo Rapunzel.
-         ¿Vamos?
Las tres se pararon. Mérida volteó la mirada, vio a Jack Frost y a Jim sentados del otro extremo de la mesa.
La chica le sonrió a Jim.
Se sirvieron y volvieron a la mesa. Hippo iba bajando las escaleras. Saludó a Merida y se marchó con Jack y Jim.
Parecía que se llevaban mejor desde que Jim le salvo la vida a Hippo.
Astrid estaba viendo a Hippo a los ojos, maldiciéndolo en voz baja.
Rapunzel se hacía una trenza.
Merida estaba viendo a Jim.
Cat llegó dando brinquitos y cantando algo así:
-         Sol solecito, caliéntame un poquito, hoy y mañana y toda la semana...
Cuando vio a las chicas guardó silencio.
-         ¿Me puedo sentar?
-         Claro- dijeron las tres a coro.
Drácula tomó un micrófono y dio un aviso.
-         Bueno... como saben mañana es el festival de Halloween. El día más importante para los monstruos. Humanos, vístanse  elegantes, no de monstruos, odiamos que los humanos hagan eso en Halloween. Habrá bebida y comida gratis para todos. Además de un baile.
-         Guau, amo el Halloween- dijo Cat
Todos festejaron. 
Acabaron de cenar y subieron a dormir, mañana sería un gran día.
CAMBIO DE TRAMA
Blancanieves y Elena iban a toda velocidad.
-         ¿A dónde vamos?- dijo Elena impaciente
-         A un pueblo vecino.
Después de media hora llegaron al palacio del dichoso reino.
Blancanieves bajó del caballo y todos los guardias se arrodillaron, la chica pidió que guardaran su caballo. Cuando Elena bajó los guardias hicieron lo mismo.
-         ¿Ya habías venido aquí?- dijo Blancanieves
-         Mi padre me traía aquí.
Ambas entraron a ver al rey, después de caminar por extensos pasillos llegaron con el dichoso rey.
-         ¡Blancanieves!- dijo el hombre y se apresuró a bajar
-         Hola, Jack.
-         ¡Elena!- volvió a gritar el hombre
-         Buenos días, Jack, ¿Cómo está Isabelle?
-         Bien, bien.  Esta esperando un niño.
Había pasado ya un año desde que Jack había vencido a los gigantes y ahora era rey.
-         ¿Qué las trae por aquí?- dijo Jack
-         Vengo a buscar a un cazador, se llama Eric.
-         ¿Eric? ¿Cómo lo conoces?- dijo Jack
-         ¿El está aquí?
-         Es nuestro cazador, el que explora cuando se cree que no es seguro.
-         Yo busco a Taron- dijo Elena nerviosa
-         ¿Qué le sucedió a Taron?- dijo Jack abriendo los ojos
-         Oh, Jack, creo que el fue secuestrado por el rey del mal.
Jack asintió.
-         Te ayudaremos a encontrarlo.
Después llamó a Eric.
El hombre tardó alrededor de diez minutos en aparecer, cuando vio a Blancanieves sonrió de una forma muy tierna.
Corrió a abrazarla.
-         ¿Qué te trae por aquí?- dijo el hombre
-         Una bestia esta invadiendo nuestro reino, te necesitamos- dijo la chica.
Eric asintió.
-         Señor, he encontrado esto en el bosque- abrió la mano y le dio a Jack unas cosas que nadie alcanzó a ver, cuando Jack las vio casi se le para el corazón, eran semillas mágicas.
CAMBIO DE TRAMA
Era de noche en el hotel Transylvania, todos dormían tranquilos, excepto Jim, estaba despierto, salió de la habitación y bajó lentamente las escaleras.
Pensaba en lo que había sucedido con Hippo ¿Por qué quiso matarlo? También pensaba en Merida, en la canción, le rompía el corazón que la canción no era para él.
Pero sabía perfectamente que él no podría estar con ella ni aunque Hippo no existiera, la lastimaría. La oscuridad en él saldría y la mataría. Comenzó a imaginarse el cadáver de Mérida lleno de sangre, y tirado en el suelo mientras que él se la comía, como un caníbal. Se le erizaron los pelos de la nuca. Imaginó a Hippo tratando de asesinarlo, Rapunzel llorando. Audrey viéndolo como una bestia y alejándose de él...
Audrey...
¿Qué más daba Audrey?
A Jim los últimos días le había empezado a importar mucho, cada vez pensaba más en ella. Pero nunca sentiría lo mismo que sentía por Mérida. El chico negó con la cabeza.
Bajó las escaleras, cada escalón se sentía más malvado.
Audrey.
Sí, ella era la indicada.
No. Era Mérida.
¿Audrey?
No, No, No. Mérida.
Pero Audrey estaba libre.
¿Y qué? Podía separar a Mérida y a Hippo.
 Entonces llegó al lobby, Se encontró con Walt sentado en una mesa.
Se acercó muy nervioso.
-         ¿Walt?
-         ¿Qué sucede?- dijo el creador
Jim contó lo sucedido con Hippo.
-         No lo sé, Jim. No sé qué sucede, sólo sé que tienes oscuridad en ti.
-         O sea que... Tengo oscuridad en mí.
-         Bastante, Bastante, pero puedes controlarla, solo cuando te enojes saldrá.
-         ¿Estas seguro?
-         Sí.
Jim suspiró y se fue a dormir. O al menos intentó dormir. No dejaba de ver la horrible visión de Mérida muerta.
CAMBIO DE TRAMA
El sombrero loco tenía a muchos niños a su alrededor. Madame Mim les había traído a los niños que secuestró del hotel Transylvania.
Los había sentado a todos en sillas, los niños esperaban a que llegue el sombrero.
Entonces entró.
-         Buenos días niños.
-         Buenos días maestro loco- dijeron todos a coro.
-         Ahora tomen asiento.
Los niños tomaron asiento.
-         Hoy veremos como tomar té correctamente. ¿Alguien sabe?
La niña de Porcelana levantó la manó.
-         Alocada y sin medida
-         Muy bien, tienes cero.
La niña de Porcelana se emocionó.
-         Ay, cállate presumida- gritó Lewis
-          Lewis, por insultar a tu compañera tienes diez.
-         ¿Diez? Yo merezco un cero ¿Por qué diez?
Si se dieron cuenta diez es como un cero y cero es como un diez.
-         Ahora el maestro liebre les dará su clase de Historia del té.
Pasó una hora.
-         ¡Recreo!- gritó La liebre
Todos los niños pasaron por una taza de té y una galleta y salieron a recreo.
Vanellope se fue con la niña de porcelana, Hairy, Maddie y las hadas.
-         ¿Ya vieron a Taffyta y a Edward? Se ven taaan lindos- suspiró Maddie
-         ¿Estás loca? A nuestra edad no podemos tener novios- dijo Vanellope enojada.
-         Sí, Vanellope tiene razón- dijo la niña de porcelana y cruzó los brazos.
-         Estás celosa, más bien- dijo Maddie
-         No, que ellos sean muy felices juntos- dijo Vanellope
-         Vamos, Vanellope somos tus amigas, puedes decirnos lo que quieras.
-         Bueno... tal vez un poco

Taffyta estaba con Edward, Marie, Tobby, Harris y Hubert muy contenta.
Era el tercer día en el instituto “Taza de té”
Vanellope los veía con ojos de odio.
-         Mira a “los populares”- dijo Hairy
-         Son tan odiosos- dijo Tinkerbell
-         Sí- comentó Terence- Y presumidos
Hamish llegó y se sentó junto a Hairy.
-         Ya regresé de el baño, dulzura
Lewis también se sentó junto a Vanellope.
-         ¿A dónde fuiste?- preguntó Maddie
-         Por té.
El chico veía a Vanellope muy enamorado. La chica estaba viendo a Edward con el corazón roto.
Taffyta se veía tan feliz.
La niña de porcelana notó que su amiga estaba triste y le dio un abrazo.
Dash llegó con ellos.
-         Hola chicos
-         Hola Dash- suspiró Maddie.
Todos estaban muy felices, en un principio estaban aterrados pero ahora se divertían mucho.
Hamish jaló de la mano a Hairy. Pascal estaba en el hombro de la niña.
Hairy lo puso en el suelo sutilmente,
Ambos comenzaron a correr por el pasto.  Hairy estaba viendo el cielo, Hamish le acarició la mejilla. Se sentaron a unos cien metros de los otros chicos.
Vanellope se levantó junto con Maddie, Pascal y la niña de porcelana.
Como espías profesionales se escondieron, treparon, rodaron y dieron vueltas hasta llegar con los enamorados.
Se escondieron entre los arbustos y comenzaron a espiar.
Hamish tomó la mano de Hairy y le dijo:
-         Cierra los ojos, bombón
La niña cerró sus ojos y Hamish se acercó a ella y cuando nadie lo esperaba ¡MUAC! La besó.
Hairy se sonrojó y todos los espías casi mueren de asco.
CAMBIO DE TRAMA
Muy lejos, en el mundo de los humanos...
Fabi era una chica de quince años, vivía en Costa Rica. Era una gran admiradora de Disney y las películas animadas, tenía el cabello negro, ni muy lacio ni muy ondulado. Usaba lentes y tenía la piel bronceada.
Estaba entrando a una Disney Store, estaba muy emocionada.
Recorrió toda la tienda en busca de algo de Jim Hawkins, agria decepción.
Se sintió muy triste.  Presentó su queja con la cajera que al parecer no estaba de buenas.
Se dio otra vuelta, a ver que encontraba.
Entonces encontró oculta detrás de unos peluches una libreta, la portada era pintada a mano. Tenía a Walt Disney rodeado de muchos personajes, incluso olvidados como Taron, Megara, Milo y ¡Jim Hawkins!
Fabi casi grita, llegó a la caja y lo pagó: Tres Dólares.
Le pareció muy barato pero no dijo nada.
Llegó a su casa corriendo, estaba ansiosa por empezar a dibujar en ella.
Entró y tomó un lápiz, se prometió tan solo dibujar cosas de Disney en esa libreta.
Comenzó dibujando a Rapunzel, después de una hora la terminó. Entonces mágicamente el nombre de Rapunzel se escribió en el extremo derecho de debajo de la hoja. Fabi se quedó boquiabierta.
Pasó la hoja y un hoyo enorme se empezó a hacer, Fabi gritó.
Una luz salió del hoyo, deslumbró a Fabi y cayó inconsciente.

La chica abrió lentamente los ojos, para su sorpresa ya no se encontraba en su casa, estaba en un bosque, era de noche.
Se levantó había un hombre y una mujer que la veían fijamente, Fabi gritó, eran Eugene y Bella.
-         ¡SON EUGENE Y BELLA! ¿ACASO ESTOY SOÑANDO?
Los dos la vieron muy confundidos.
-         Caíste del cielo- dijo Bella levantando una ceja- Con esto.
Era su libreta.
Eugene se la dio, Fabi la puso en el suelo, Bella y Eugene se quedaron viendo la libreta.
-         Ahí estoy yo- dijo Bella- y Adam.
-         Y yo también- dijo Eugene- Y Rapunzel, y Maximus.
Fabi asintió.
Bella y Eugene se quedaron muy confundidos.
CAMBIO DE TRAMA
Eduardo estaba sentado escribiendo, entonces un extraño ruido llegó del ático.
“Una aventura” pensó el joven dispuesto a aventurarse, y vaya que tendría una aventura.
Bajó rápidamente al ático, no había nada de nada. Recorrió el ático viendo hacia todos lados, era extraño. Parecía más grande de lo normal.
Comenzó a escuchar murmullos, cada vez se hacían más fuertes.
-         Sangre, destrucción, traición- decía una extraña voz.
Eduardo se comenzó a sentir mareado.
El piso comenzó a moverse.
Un gran hoyo se formó en el piso, el joven comenzó a sentirse asustado realmente, entonces perdió el equilibrio y cayó por el hoyo.
Apareció en una especie de bosque, comenzó a caminar.
-         ¡AYUDA! ¿Hay alguien ahí?- gritaba el joven
Siguió caminando y al cabo de diez minutos alcanzó a ver una casa de campaña, pero muy vieja.
Corrió hacia ella, no eran una, eran cientos, y no eran casas de campañas era una casa de indios. Y reconoció perfectamente esa casa. Una chica muy conocida se acercó a el.
-         ¿Estás bien?
-         
-         Me llamo Pocahontas
-         ¡OH DIOS! ¡POCAHONTAS!
El chico estuvo a punto de desmayarse de la emoción.
CAMBIO DE TRAMA
Mérida caminaba por el bosque, sola, por algún motivo, estaba triste. Angus estaba a unos cien metros con Hippo montado en él.
-         ¡Mérida! ¡Basta!
 Pero a Mérida no parecía importarle, una gran ventisca comenzó, todo comenzó a salir volando, los árboles, Hippo, Angus, todo. Pero Merida permanecía intacta. Ella estaba creando esa ventisca pero... ¿Por qué?
Una mujer de cabello blanco y vestido azul apareció, parecía espantada y confundida, entonces Mérida se dio cuenta que no era ella la que creaba la ventisca, si no la mujer de cabello blanco, ahora tenía nieve.
-         ¿Quién eres?- gritó Mérida
-         Mi nombre... Es... Elsa...- Justo después de decirlo ella también salió volando.
Entonces Jim apareció y le sonrió a la chica, pero no era una sonrisa normal, era una sonrisa malévola. Mérida lloró aún más. Jim se transportó a donde Merida estaba.
-         Bien, ya lo has hecho, ahora ven al lado oscuro.
-         Jamás.
Jim tenía las pupilas negras, frunció el ceño y ahorcó a Merida, la dejó sin aire, la chica pateó a Jim, luego lo besó.
-         Lo siento- susurró la chica y le enterró una flecha en el estómago al mismo tiempo que Jim le enterraba una espada a ella.
Mérida cayó muerta, pero Jim estaba mejor que nunca.
Hippo apareció con una daga muy grande y se abalanzó sobre Jim. Estaban peleando, a muerte. Rapunzel gritaba cómo una loca. Jack entró y tratando de salvar a Hippo, murió en el intento. Jim asesinó a Rapunzel y a Hippo. Mientras jugaba con todos los cadáveres.
La mujer de cabello blanco dejó caer una lágrima antes de desaparecer.

Merida despertó de su pesadilla con un grito agudo, nadie la escuchó, estaba llorando y su corazón latía muy fuerte.
Bajó al lobby.
Jim estaba ahí sentado, Mérida se sentó con él.
Jim le sonrió, Mérida sonrió a medias. Tenía miedo.
-         ¿Me perdonas por lo de Audrey?
-         No lo sé.
-         ¿Por favor?
-         Jim...
Merida no sabía que hacer, el chico había salvado la vida de Hippo. Pero no sabía si confiar en Jim.
Suspiró.
-         Tal vez te de una oportunidad
-         ¿Tal vez?
-         También amo a Hippo... Además no es fácil confiar en ti
-         Te lo juro, Merida, te juro que ella me besó
Merida acarició la mejilla del chico.
-         ¿Y cómo estar segura de eso?
-         No lo sé, tan sólo confía en mi
-         No puedo.
Merida bajó la cabeza.
-         Además tu sientes algo por Audrey
-         Pero dejaría de sentirlo por ti, por ti cualquier cosa.
-         Debes de darme tiempo
-         El que quieras
Mérida sonrió.
Jim le tomó la mano ¿Debería confiar en él?
Jim le sonrió, la chica se separó bruscamente recordando a Hippo, se despidió y se fue a su cuarto.
Se durmió preocupada.
Al otro día despertó, a las siete sería la celebración de Halloween.
Pasó el tiempo y dieron las cinco, Rapunzel, Astrid y ella comenzaron a arreglarse.
Rapunzel se puso un vestido largo color naranja y un collar azul. Se hizo una trenza.
Astrid se puso un vestido corto que le llegaba a las rodillas color negro. Se planchó el cabello.
Merida se vistió con un vestido azul marino que le llegaba a los tobillos. Se hizo un chongo un tanto complicado.
Las tres salieron muy emocionadas. Comenzaron a bajar, de decoración había muchas calabazas. Ponche humeante, palomitas, snacks de monstruo y muchos otros platillos indescriptibles. 
CAMBIO DE TRAMA
Gru y Lucy se habían ido de luna de miel, mientras tanto los minions, Agnes, Margo y Edith pedían dulce o truco.
Las casas estaban increíblemente adornadas.
Agnes estaba vestida de princesa hada, Margo estaba vestida de vampiro y Edith de zombie.
Los minions estaban vestidos de conejitos- a petición de Agnes- Dave y Agnes iban agarrados de la mano, entonces una gran casa hecha literalmente de dulces llamó la atención de todos, excepto de Agnes y Dave que se quedaron paralizados pensando que esa podría ser una casa como en la que se fueron a meter Hansel y Gretel. 
Minion y niña, horrorizados se dieron media vuelta y se dirigieron a otra casa un tanto más lejos.
Pidieron sus dulces y volvieron con sus amigos, pero no estaban, en su lugar había una nota con crayón rojo que decía:
Vector y el Macho estuvieron aquí.
CAMBIO DE TRAMA
Mérida estaba sentada en la mesa recordando a su padre, no podía creer que jamás lo vería de nuevo. Cada recuerdo, cada segundo y cada hora con su padre eran un motivo más para sonreír. Se prometió a ella misma que no estaría triste, que sería fuerte, su padre estaba mejor ahora... ¿O no?
La chica tenía la barbilla recostada en la mano. Jim estaba hablando con Audrey. Entonces Hippo comenzó a bajar de las escaleras. Traía un smoking de color negro y una corbata roja.
La chica se levantó y se acerco a su novio, Aún no me acostumbro a llamarle a Hippo “novio” de Mérida ¿Y ustedes?
Merida corrió a verlo.
-         Guau- dijo Hippo- te ves muy... sexy.
-         ¿Sexy?- se burló Merida.
-         Bueno, sexy, guapa, hermosa y perfecta.
-         Tu te ves lo que le sigue de muy sexy- bromeó la chica.
Se fueron a sentar en la mesa, ahí también estaban Jack Frost y Rapunzel.
Periwinkle llegó a sentarse con ellos.
Hippo volteó a ver a Jim, tenía una mirada enojada, Jim asintió.
-         ¿Qué sucede, amor?- dijo Merida.
-         Nada, un asunto entre nosotros.
-         De acuerdo, mientras no sea nada malo.
-         Te prometo que no lo es.
Violeta y Wilbur llegaron a sentarse con Jim y Audrey.
-         Hola- dijo Jim
-         Hola, Jim- dijo Wilbur.
-         ¿Quiénes son tus amigos?- dijo Audrey.
-         Violeta y Wilbur, Audrey. Audrey, Violeta y Wilbur- presentó Jim.
Estuvieron platicando un buen rato hasta que Drácula dio inicio a la celebración.
-         Bueno, amigos, hoy es el día más especial para los monstruos, así que ¡que comience la fiesta! Para comenzar, un vals en parejas.
Hippo le ofreció su mano a Merida y esta la tomó, se levantaron a bailar.
Jack se acercó a Rapunzel.
-         ¿Bailas conmigo?- le dijo el chico en secreto
-         Bien, pero solo como amigos.
-         ¿Por qué sería algo más?
La chica se levantó a bailar con Jack, dejando a Periwinkle sola, el hada frunció el ceño. Una mosca se acercó a ella.
-         ¿Bailas, linda?
-         Ni lo sueñes.
Wilbur sacó a bailar a Violeta. Cenicienta bailaba con Charming. Alex, Justin y Max platicaban.
Jeremy se fue a sentar con su hijo, Jim.
-         Hola hijo
-         Hola, Pa... Jeremy.
-         ¿Quién es tu amiga?
-         Buenos días Sr. Hawkins, soy Audrey Ramírez, encantada de conocerlo.
-         El gusto es todo mío.
Jim no prestaba atención, solo veía a Hippo bailando con Merida.
Jeremy notó la tristeza en su hijo.
-         Jim, ¿puedo hablar contigo A SOLAS?-  resaltó las últimas dos palabras
-         Claro, los dejo- Audrey se retiró con Periwinkle, Astrid llegó con ellas.
Jim y su padre comenzaron a hablar.
-         ¿Qué sucede?
-         Noto que estas triste por Merida.
-         ¿Y?
-         Bueno... si amas algo...
-         Déjalo ir, si vuelve es tuyo ¿Eso en qué demonios me sirve?
-         Tienes que superar las cosas Jim, esa chica, Audrey parece muy buena niña.
-         Pero no es como Mérida.
-         Mira, Jim, se que duele pero poco a poco tienes que irla olvidando, por alguna razón se escriben las cosas, pero por otra aún mejor se borran.
-         ¿Qué quieres decir?
-         Por una buena razón estas alejado de ella, créeme yo lo sé.
-         Pero... duele mucho verla besar a otro, cuando ella podría besarme a mí.
-         ¿Por qué rompieron?
-         Porque “la niña buena” de Audrey me besó en la cara de Merida, y ella se enojó.
-         ¿Hace cuanto fue eso?
-         Unos tres... ¿cuatro? Meses.
-         Entiendo, sé que duele pero así son las cosas, recuerda que todo pasa por una buena razón.
Jim sonrió y abrazó a su padre.

Más lejos de ahí, en su habitación se encontraba Kida. Estaba leyendo, cerró el libro y se decidió a bajar al Halloween. Entonces una luz surgió del techo y se llevó a la asustada Kida.

Eric estaba con la mirada baja maldiciendo en voz baja, extrañaba su sirena, a Ariel. Ya le habían quitado a sus hijos y a su esposa ¿Qué más querían?

Arleen estaba sentada en la puerta con Gretel y Ben, habían perdido a Alicia, y Hansel solo pensaba todo el tiempo en Zafiro.
Entonces las puertas del hotel se abrieron de par en par, un chico apareció, un chico que por desgracia Arleen conocía demasiado bien.
Tenía una belleza sobrehumana. Sus ojos eran color miel, su cabello tenía tonalidades doradas, era alto y fuerte.
Traía unos pantalones aguados de color beige, botas negras y camisa blanca con mangas largas. Traía puesto un chaleco color beige.
Drácula lo fue a recibir, le dio su habitación y el hombre entró a la fiesta.
-         Jason- dijo Arleen con los dientes apretados de modo que nadie la escuchó.
Ben sacó a Gretel a bailar.
Jason llegó a sentarse con Arleen.
-         Arleen.
-         Jason.
-         ¿Cuánto tiempo?- preguntó Jason
-         No lo sé, no paso mucho tiempo recordando ratas.
-         Sí, como YO fui la rata- Contestó Jason
-         Sí, lo fuiste y me lastimaste
-         ¿Me harías un favor?- dijo impaciente Jason
-         Depende
-         Con tus amigos, no me conoces, ni yo a ti.
-         Hecho- contestó Arleen
 Jason se retiró.        
CAMBIO DE TRAMA
Quasimodo estaba caminando felizmente por la calle junto con su amada Madeleine, desde que salía con ella todos lo trataban muy bien, se sentía plenamente en paz.
Esmeralda y Febo llegaron con ellos.
-         Hola- dijo Febo
-         Hola- dijo Quasimodo.
-         Vamos a ir al circo- dijo Esmeralda- ¿Vienen?
-         Claro- dijeron Quasimodo y Madeleine a coro.
Zephyr también venía con ellos, entraron muy emocionados.
El circo resultó un fiasco total, la magia era un hombre haciendo pociones que jamás usó, los animales estaban disecados y las gitanas ni siquiera sabían bailar.
Los cinco salieron del circo enojados.
-         ¿Vamos a ir a ver a Sharbel?- dijo Zephyr.
-         Claro, está en la catedral, no quiso salir- dijo Madeleine.
¿Quién sería Sharbel?
Los cinco subieron las escaleras hasta la casa de Madeleine y Quasimodo.
Un pequeño niño los recibió, tenía siete años, era alto para su edad, tenía pecas en toda la cara, piel con un tono amarilloso, cabello café y una sonrisa de oreja a oreja.
-         ¡Mami! ¡Papi!- dijo el pequeño Sharbel, así es, era el hijo de Quasi y Madeleine.
-         Hola Sharbel ¿Cómo te fue?- dijo Quasimodo
-         Muy bien, veo que la tía Esmeralda y el tío Febo vienen con ustedes.
Zephyr y Sharbel estuvieron jugando un buen rato. Esmeralda, Febo y Zephyr se fueron.
Madeleine, Quasimodo y Sharbel cenaron y se fueron a dormir. Mañana sería un largo día ya que se mudarían a una casa.
Quasimodo no lograba conciliar el sueño        , se despertó y vio la sombra de Frollo, sacudió la cabeza. No había nada.
¿Era un sueño o Frollo estaba ahí realmente?
CAMBIO DE TRAMA
En el hotel Transylvania todos habían dejado de bailar.
Ahora estaban cenando muy rico, la cocinera si que era experta.
Wilbur jaló a Violeta de la mano y la llevó a uno de los jardines.
Violeta salió y se encontró con que el agua de la fuente estaba llena de rosas, Wilbur traía un ramo de rosas en los brazos.
-         ¿Qué es todo esto?- dijo Violeta muy contenta
-         Es una sorpresa.
Wilbur jaló a Violeta de uno de los brazos. Llegaron a una especie de campo, este tenía escrito con rosas: Violeta.
Wilbur respiró y sacó algo de su bolsillo, era una caja, se arrodilló.
-         Violeta Parr, desde que te conocí supe que no ibas a ser alguien pasajera en mi vida, sabía que ibas a cambiar mi vida. No sabía si para bien o para mal. Ahora se que es para bien, sólo una cosa podría hacerme el hombre más feliz del universo: ¿Quieres ser mi novia?
Fuegos artificiales en forma de corazones salieron en el cielo.
-         ¡Oh mi dios! ¡Wilbur! Todo esto es hermoso, no sé cómo agradecerte, supongo que con un sí, si quiero ser tu novia.
Violeta lloró de felicidad y brincó a darle un abrazo a Wilbur.
-         ¿Cómo conseguiste los cohetes?
-         Jim es un experto.
-         Oh, Wilbur, eres muy romántico.
Los dos entraron de nuevo al halloween agarrados de la mano.
El festejo duró hasta las cinco de la mañana, después todos se fueron a dormir.
Theodora tenía el corazón roto, Tlaw no le hablaba, ni siquiera volteaba a verla.
Subió a su cuarto con la mirada baja y estaba a punto de romper en llanto.
Se encerró en su cuarto.
CAMBIO DE TRAMA
En la casa de Facilier todos seguían de fiesta, el Halloween era de lo mejor para los villanos.
Vanessa y Gastón se estaban dando de besos.
Muchos villanos estaban en el “tiro al blanco a Walt” en la cuál lanzaban cuchillos hacía un muñeco de Walt.
Otros estaban en “insértale el cuchillo a los elegidos” era algo como “ponle la cola al burro” pero en vez de cola, cuchillo y en vez de burro, Jim y Merida.
Zafiro estaba tomando vino mientras Facilier trataba de conquistarla. Un intento en vano, esa chica no estaría interesada en Facilier ni aunque la amenazaran con quemarle la lengua y cortarle los pies.
Yzma jugaba “Córtale la cabeza al emperador”.
Jafar jugaba “Obtén al genio”, Úrsula robaba voces que le gustaban en “El Karaoke del mal”
Facilier subió al escenario.
-         En este glorioso día, brindo por nosotros ¡Y nuestro triunfo!
CAMBIO DE TRAMA
Adam estaba inconsciente tirado en el inframundo, abrió los ojos, estaban normales, esa especie de espíritu azul le había sacado la oscuridad.
Adam se quedó boquiabierto al ver quien era ese espíritu. Era Sophie Marie, su madre.
Tenía cuarenta y un años, cabello castaño recogido en un moño bajo, tenía altura media, traía una corona de plata con zafiros azules. Traía puesto un traje blanco y rosa pastel, corpiño en pico y falda con sobrefalda. Su piel era blanca y sus ojos verdes, tenía unas pestañas hermosas.
Se quedó viendo a su hijo.
-         Ma... ¿Madre?
-         Así, es Adam.
-         ¿Cómo es posible?
-         Esto que esta pasando nos afecta a todos, incluso a los muertos, mi querido hijo.
-         Pero... ¿Ya no tendré oscuridad en mi?
-         Me temo que sí la tendrás, cariño, solo he logrado quitártela por un rato.
Adam pensó en todos los recuerdos de su madre, Hades no le había quitado ese recuerdo.
-         Te... te tengo que pedir algo.
-         ¿Qué, querido?
-         Quiero que encuentres a Maddie y Bella y las pongas a salvo, no dejes que nada les pase.
-         Me temo que será difícil, pero eso haré, ¿Qué hay de ti?
-         Yo me puedo salvar solo
-         ¿Estás seguro?
-         Muy seguro, así no haré daño a mi familia
Adam sonrió, al igual de su madre, este saltó a abrazarla, los ojos del príncipe se comenzaron a obscurecer.
-         Debes marcharte, ahora, gracias por venir- dijo Adam dando sus últimas palabras estando conciente
Sophie Marie soltó una lágrima y desapareció dispuesta a cumplir su cometido.
CONTINUARÁ...